“Colonialismo de los residuos”: África alza su voz contra la contaminación plástica

Hasta el 14 de agosto, representantes de 180 países, reunidos en Ginebra bajo los auspicios de la ONU, negocian un tratado jurídicamente vinculante para combatir la contaminación por plástico. África produce una pequeña parte del plástico mundial, pero sufre la externalización de los residuos europeos a su suelo, lamenta "Le Soleil".
La contaminación por plásticos supone un grave desafío para el continente africano, que, a pesar de producir solo el 5% de los plásticos del mundo, es una víctima desproporcionada. África se enfrenta a un "colonialismo de los residuos", donde los países desarrollados exportan sus residuos plásticos y textiles, lo que genera importantes problemas ambientales y de salud.
Ante esta crisis, África busca hacer oír su voz e influir en las negociaciones. El grupo africano de negociadores, bajo el mandato de la AMCEN (Conferencia Ministerial Africana sobre el Medio Ambiente), apoya un tratado ambicioso y jurídicamente vinculante. Existe un amplio consenso sobre la necesidad de una financiación adecuada y previsible para ayudar a los países africanos a implementar las medidas necesarias.
Sin embargo, las posturas no son unánimes en todo el continente, en particular respecto a los Artículos 3 (sustancias químicas) y 6 (producción). Una muestra de esta divergencia es el hecho de que 27 países africanos han firmado el "Llamado a la Buena Voluntad para un Tratado Ambicioso sobre Plásticos", mientras que otros 27 no lo han hecho.
Algunos países africanos ya destacan con iniciativas sólidas. Ruanda, por ejemplo, es considerada líder en la lucha contra la contaminación por plásticos y copreside, junto con Noruega, la Coalición de Alta Ambición, que, como su nombre indica, aspira a un tratado ambicioso. En Ruanda, las empresas están transformando residuos plásticos en materiales de construcción, mientras que en Kenia y Uganda, las startups están desarrollando alternativas biodegradables. En Nigeria, una iniciativa local ofrece a los padres la opción de pagar las matrículas escolares de sus hijos en botellas de plástico. Estos ejemplos demuestran el potencial de África para encontrar soluciones innovadoras a este desafío.
Hay mucho en juego para África en estas negociaciones. Mientras quienes abogan por un tratado ambicioso exigen una reducción en la producción de plástico y una transición justa hacia una economía circular, algunos de los principales países productores de petróleo y plásticos, como Arabia Saudita, Irán, Rusia e India, son acusados de intentar bloquear las negociaciones. El resultado de esta sesión de Ginebra determinará si se puede alcanzar un acuerdo que afronte el desafío global, un desafío en el que el fracaso no es una opción para África.
Courrier International